Katherina Harder es la directora artística y de programación de La GRAN pantalla, el Festival Internacional de Cine de las Personas Mayores de Barcelona. Directora de cine y televisión chilena, Harder desarrolla proyectos en Chile y en España. En la actualidad, y por motivos de la crisis sanitaria global, se encuentra en su tierra natal ultimando la programación del Festival a distancia. Hemos tenido la oportunidad de hablar con ella y nos ha explicado la programación de esta edición especial, en formato online, de La GRAN pantalla.
Al igual que muchos otros festivales, a raíz de la crisis sanitaria, La GRAN pantalla se ha reinventado en formato online para no cancelar su segunda edición. ¿Cómo ha afectado al festival esta nueva versión?
Es un panorama muy complejo para el ecosistema audiovisual en general. En este sentido, creo que para la reactivación es sumamente importante el diálogo y trabajo colaborativo entre los diferentes agentes del sector. Agradecemos el apoyo de las y los distribuidores que se han sumado a nuestro festival pese a que las condiciones han cambiado, así como también el apoyo de FILMIN para poder albergar nuestro certamen este año.
Creo que todos los momentos de crisis conllevan forzosamente búsquedas de caminos que pueden terminar transformándose en oportunidades. Como festival, vamos a defender siempre el congregarnos en torno a las salas de cine, sin embargo, por este año y tomando como ejemplo las experiencias de otros festivales que se han trasladado al online frente a esta situación excepcional, pienso que se nos abre una posibilidad de llegar masivamente a nuevos públicos y que tendremos la ocasión de dar a conocer a muchas más personas nuestro proyecto. Por otro lado, que el festival se celebre online nos permite acompañar a personas mayores a relacionarse con la tecnología. Un tema que consideramos clave ante la situación actual.
¿Y cómo ha repercutido el nuevo formato en la programación?
Como en todo lo referente al festival, hemos tenido que adaptarla. Presentaremos una programación más reducida que el año pasado, pero no por ello menos interesante. Mantenemos una selección internacional de 6 largometrajes y de 14 cortometrajes. Estos últimos, elegidos entre los más de 250 recibidos, entran en la competición al premio Mejor Cortometraje Internacional La GRAN pantalla y Premio del público. También, como en la edición anterior, el Festival presentará una serie de actividades participativas: una nueva sección de Grandes Diálogos y tres Cinefórums.
¿Qué nos cuentan los largometrajes?
Estas seis películas nos muestran personajes y realidades diversas que aportan distintas miradas sobre el envejecimiento. Varias de ellas se han exhibido en grandes festivales internacionales como Locarno, Sundance e, incluso, una de ellas, The Farewell fue nominada a los Golden Globes. Esta obra de Lulu Wang es una inteligente comedia que nos muestra una relación intergeneracional entre una nieta y su abuela, su amor incondicional, y que nos ofrece una ventana hacia la cultura china, a través de su cosmovisión en torno a la enfermedad y la muerte.
Inauguraremos el festival con Ask dr. Ruth, dirigida por Ryan White y que narra la increíble vida de la doctora Ruth Westheimer, una sobreviviente del Holocausto que se convirtió en la terapeuta sexual más famosa de Estados Unidos.
Entre los largometrajes, también hay espacio para miradas de nuevos realizadores y realizadoras. Como es el caso de la película catalana Qué tal Pascual, de Bárbara Brailovsky, una obra realizada en el Master de Documental Creativo de la UAB y que nos presenta la historia de un enigmático barbero de Barcelona, quien a sus 87 años desafía la normalidad con una vitalidad impresionante y una singular manera de entender el mundo y su oficio. Se suman a las óperas primas las películas argentinas Como corre Elisa de Andrés Arbit y Gustavo Gersberg y Las cinéphilas de Maria Álvarez, la cual se estrenó en Locarno y ha tenido un exitoso recorrido por festivales.
Dentro de la Selección Oficial de Largometrajes exhibiremos también The journey, un valioso retrato familiar de la directora suiza Fanny Bräuning, quien a través de la historia de sus padres nos hará reflexionar en torno a dimensiones profundas del amor.
Cuatro de las seis películas están dirigidas por mujeres.
Sí, exacto. Desde nuestros inicios, la línea programática del Festival ha estado comprometida con la paridad y, desde mi posición como directora artística y de programación, es algo que voy a defender siempre. Si en La GRAN pantalla queremos construir un espacio para la exhibición de miradas diversas, en torno a las personas mayores y envejecimiento, a mi parecer esa diversidad de miradas debe construirse desde la paridad, sino no sería realmente diversa. Además, este año las mujeres mayores son las protagonistas de nuestra programación y esto, para nosotros como festival, es también un enfoque político.
¿En qué sentido?
Con estas películas, estamos hablando de historias vinculadas a una generación de mujeres con las que la sociedad tiene una deuda histórica. Las mujeres que hoy son mayores han crecido bajo otros paradigmas sociales y sus historias han sido fuertemente silenciadas durante generaciones. Nuestro festival, en ese sentido, será una invitación especial a redescubrirlas. Con nuestra programación, veremos mujeres mayores empoderadas que lo dejan todo para realizar sus sueños; que corren maratones a sus más de 80 años; que buscan una voz propia y se convierten en youtubers; mujeres mayores migrantes que luchan por la subsistencia; mujeres cinéfilas que han crecido conectándose con el cine y han encontrando en él una liberación; y hasta descubriremos la historia de una emblemática terapeuta sexual de más de 90 años, quien, precisamente, tuvo que lidiar toda su vida con los cuestionamientos del machismo imperante.
Por lo que respecta a la Selección Oficial de Cortometrajes, ¿qué destacarías?
Este año hemos recibido obras de más de 27 países, de los cinco continentes. La buena acogida de nuestro festival, a nivel de convocatoria, es muy gratificante y a la vez muy enriquecedora. Desde el punto de vista de la programación, esta pluralidad nos ofrece miradas de diversas culturas en torno al envejecimiento y la posibilidad de descubrir las diferentes problemáticas que atraviesan personas mayores en los distintos territorios.
De todas las películas recibidas, hemos seleccionado 14 cortometrajes, obras de España, Argentina, Francia, Dinamarca, Turquía, Italia y México. Entre ellas, encontramos diferentes géneros y formatos. Historias con mucho humor y otras que nos harán cuestionarnos con crudeza la realidad a la que se ven enfrentadas algunas personas mayores. Destacaría también que hay una fuerte presencia de historias íntimas de realizadores con sus abuelos y abuelas, muy interesantes desde el vínculo intergeneracional.
Otro tema que está muy presente y que me ha llamado mucho la atención, es que varios de los cortometrajes hablan sobre cómo se relacionan las personas mayores con la tecnología, un tema que se hace eco de lo que estamos haciendo precisamente este año en nuestro festival.
Junto a la programación de películas, encontramos Grandes debates y Cinefórums, ¿cómo conectan estos espacios con la programación audiovisual?
El cine siempre se conecta de una u otra manera con la realidad y, en ese sentido, los debates y reflexiones que ciertas películas pueden abrir respecto a determinadas temáticas conforman un universo muy amplio y rico. Las obras no se agotan en la pantalla sino que trascienden a través de todo lo que nos provocan y comunican. De ahí, la importancia de realizar diálogos posteriores a la proyección en los festivales de cine. Este año, a pesar del formato online, hemos decidido igualmente abrir dos secciones de coloquios: Grandes debates y Cinefórums.
Los dos Grandes Debates que presentaremos serán a partir de dos grandes temas: “Contra la soledad” y “Edadismo en tiempos de la Covid-19”. Desde la programación y la experiencia de los ponentes invitados, generaremos material para debatir sobre estas dos temáticas que, a nuestro parecer, son clave en la situación actual y refuerzan los objetivos del festival. Por un lado, promoviendo la vida activa y la socialización, como lucha contra la soledad, y por otro, asentando el término “edadismo”, el cual se refiere a todos los prejuicios que recaen sobre las personas mayores.
Por lo que respecta a los Cinefórums, visionaremos tres películas que darán pie al intercambio de miradas sobre tres espacios: mujeres mayores y feminismos, a partir de la revisión del cortometraje Luisa no está en casa, de Celia Rico; personas mayores LGBTIQ+ a partir de Eran otros tiempos, de Alejandro Talaverón (obra que fue parte de nuestra selección oficial de cortometrajes 2019) y, en un tercer cinefórum, hablaremos respecto a cómo las películas han marcado nuestras vidas, a partir de la película Las cinéphilas.
Para terminar, como directora artística de La GRAN pantalla, ¿cómo visualizas el futuro del Festival?
Definitivamente, volviendo a encontrarnos en las salas de cine. Todos y todas quienes hacemos festivales sabemos y defendemos que hay una experiencia colectiva irremplazable. Recuerdo que el año pasado se dieron situaciones únicas, como la llegada a los Girona de grupos de personas mayores de pueblos cercanos, que se habían organizado para venir todos juntos a nuestro festival. La GRAN pantalla es un festival que se piensa a largo plazo y pretendemos volver lo más pronto posible a los lugares de encuentro físico. Mientras tanto, esperamos que esta edición nos permita ampliar nuestro público y llegar a una mayor diversidad de comunidades, así como también el plantearnos el desafío de cómo incorporar el aporte de las plataformas digitales en el futuro.
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